Efemérides.- Bendición de la primera Casa Hermandad

Fecha publicación en la web: 22/08/2020 | 606 Visitas

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Después de una ofrenda floral a nuestros Titulares en Las Torres, el mágico momento de abrir las puertas de nuestro sueño había llegado las puertas se abrían y el trabajo de años veía sus frutos.

Una solemnisima celebración de la Palabra preparada por la vocalía de formación dio paso al ritual de la bendición a cargo del Vicario parroquial Don Francisco Sánchez que en sus palabras dejó clara la importancia para la cofradía y para la comunidad parroquial contar con estas magníficas instalaciones.

Al final del acto intervinieron el Párroco al que les fueron entregadas las llaves de la Casa, el alcalde que expresó su gratitud y disponibilidad para con las relaciones Cofradías-Ayuntamiento y nuestro Hermano Mayor que destacó la gran participación de todos en tan señalado proyecto.

En la acción de gracias, Francisco Lucas Carrasco como cronista de la Archicofradía dio lectura al siguiente documento que tras firmar todos los asistentes fue enterrado en los sótanos del inmueble:

«Por la gloria de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo, los archicofrades del Dulce Nombre de Nuestro Padre Jesús Nazareno de las Torres, Jesús Atado a la Columna, Santísimo Cristo Crucificado de los Estudiantes, Santo Entierro y María Santísima de las Ánimas en cumplimiento de nuestra aspiración más anhelada y con motivo de la terminación y bendición de la primera fase de este Museo – Casa Hermandad queremos hacer constar lo siguiente:

1) En marzo de 1998, siendo Hermano Mayor Don Francisco Carrasco Pérez se llega al acuerdo de adquisición de estos locales con la sección de inmuebles de Unicaja, antiguo propietario de los mismos, entregándose la primera de las tres partes del precio acordado con carácter de aval.

2) En enero de 2001, una vez finalizados los trámites burocráticos Jurídicos entre los anteriores propietarios, se abona el resto del precio acordado, se firman las escrituras, pasando la Archicofradía a la propiedad plena del inmueble. La primera Junta de Gobierno se celebró el nueve de febrero de dos mil uno, entre las entonces ruinosas instalaciones que nos encontramos.

3°) El lamentable estado del edificio nos obliga a acondicionar la fachada trasera y redistribuir las habitaciones, para lo que se contrata a la empresa El Queymani Sociedad limitada, dirigida por el archicofrade Don José Gutiérrez Jiménez, después de haber estudiado diferentes presupuestos.

4) El proyecto de distribución de instalaciones en esta primera fase fue comunicado por escrito a todos los hermanos en noviembre de 2001, produciéndose leves modificaciones al inicialmente propuesto por la Permanente.

5) El grueso fundamental de esta restauración ha estado llevado a cabo por nuestro más preciado tesoro, mujeres y hombres de todas las edades amantes de nuestros Titulares que se han dejado en estos muros sus ratos libres desde el diecisiete de julio de dos mil uno, en trabajos de albañilería, decoración, pintura, habilitación en definitiva de todo lo que podemos disfrutar hoy.

6) En las paredes de nuestra casa están las imágenes que han ido conformando nuestra historia, en la mente de todas las personas que se quedaron en el camino y que desde el cielo están también de fiesta. En el transcurso de estos cinco años de trabajo, concretamente el diecinueve de marzo de dos mil, nació para la vida eterna nuestro fiscal honorario y perpetuo Don Antonio Lobato Salas, cofrade que luchó con pasión desmedida para que llegara este momento. En memoria suya y en la de todos los nazarenos morados que ya no están empezamos a disfrutar de nuestra casa.

7) Hoy veintidós de marzo de dos mil tres ha sido bendecida la primera fase de nuestro museo – Casa de Hermandad por nuestro vicario parroquial y arcipreste Don Francisco Javier Sánchez Núñez, siendo Hermano Mayor Don Cristóbal Morales Hidalgo; Párroco de nuestra comunidad Don Manuel Larrubia Sánchez, Obispo de nuestra diócesis Monseñor Don Antonio Dorado Soto y alcalde del ilustrísimo Ayuntamiento Don Salvador García Cobos. Todo ello en el vigésimo quinto año de pontificado de Su santidad el Papa Juan Pablo II, por la gloria de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo».

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