Efemérides.- Donación del Lignum Crucis a Nuestra Archicofradía por doña Adriana Morales Morales.

Fecha publicación en la web: 28/03/2019 | 2.200 Visitas

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Álora posee desde este año una pieza excepcional de incalculable valor, cuál es el LIGNUM CRUCIS donado a Jesús de las Torres por doña Adriana Morales Morales.

En el contexto de la fe cristiana y bajo el punto de vista histórico, Álora posee desde este año una pieza excepcional de incalculable valor, cuál es el Lignum Crucis donado a Jesús de las Torres por doña Adriana Morales Morales.

En estas líneas resumo parte de su historia a través de los siglos.

El lugar que sirvió de sepultura a Jesús en Jerusalén, fue pavimentado una vez que los gentiles terraplenasen la gruta del Sepulcro, para levantar un suntuoso templo en honor de Venus.

Al convertirse al cristianismo, el Emperador Constantino, dio órdenes para demoler el monumento a Venus y sobre sus restos construir a su vez un templo cristiano, Ordena su ejecución al Gobernador de esta provincia Daciliano y comunica su decisión a Macario obispo de Jerusalén.

Contaba 80 años Elena, madre del Emperador, cuando tomó a su cargo la ejecución de esta obra, Quita la estatua de Júpiter, se demuele el templo de Venus y en la excavación, tres cruces de igual tamaño y figura surgen entre los escombros. Junto a la cruz del centro estaba el título que Pilatos ordenó poner en la de Jesús, pero su proximidad no constituía prueba suficiente para certificar que ésta era la verdadera.

Elena consultó con Macario y éste decidió que se aplicasen las tres cruces a una enferma agonizante. Al contacto con la tercera quedó curada repentinamente, a la vista de un innumerable gentío que la conocían y dieron prueba de la maravilla. También se cuenta de otras curaciones milagrosas.

Elena decide dejar la mitad de la cruz en Jerusalén, en la iglesia que edificó en este lugar y la otra parte se la envió a Constantino. Este embutió parte de la recibida en la estatua que tenía en medio de la Plaza de Constantinopla, en una columna en cuyo pedestal había mandado inscribir: «CRISTO, MI DIOS, YO TE ENCOMIENDO ESTA CIUDAD».

El trozo que le quedó del madero lo envió a Roma y se guardó en la iglesia que hizo construir para tal fin con el título de Santa Cruz de Jerusalén.

San Cirilo, que sucede a Macario, afirmaba 20 años después, que el mundo dispone de numerosos fragmentos del Sagrado Madero que

había quedado en Jerusalén, pues se tomó como norma regalar pequeños trozos a los peregrinos ilustres que visitaban la ciudad.

JUSTINO II Emperador de Constantinopla envió también una porción de cruz a SANTA RADEGUNDIS, mujer de CLOTARIO I, que se llegó a venerar en el Monasterio de Poitiers. En esta Corte se encontraba FORTUNATO que luego, siendo Obispo, compuso por este motivo dos célebres Himnos: «PANGE LINGUA GLORIOSI» y «VEXILLA REGIS PROSEUNT». Comienza este menos conocido, con las estrofas:

«Aparece ya a los ojos del universo mundo el estandarte de su Divino Rey brilla esplendoroso el misterio de la Cruz en la que el autor de la vida recibió la muerte y con su muerte nos dio la vida»

San Luis consiguió de los venecianos la porción de la Cruz que quedaba en Constantinopla y edificó una capilla en Francia el año 1241 para esta y las espinas de la corona que le regalaron también los venecianos.

En España, Recaredo recibió un trozo que le envió San Gregorio.

 

Lignum Crucis a través de los siglos

Y el Papa Pío V regaló un Lignum Crucis a don Juan de Austria por su intervención en Lepanto, que a su vez lo entregó a la mujer que lo había criado, doña Magdalena de Ulloa, que fue fundadora del Colegio Noviciado de Villagarcía de Campos.

En Álora se daba culto a la Santa Cruz en la Ermita de la Vera-Cruz. Precisamente, con motivo de celebrarse las fiestas Constantinas, se restauró la Ermita y se bendijo solemnemente el 25 de enero de 1914 en conmemoración del XVI Centenario de la Paz concedida a la Iglesia por el Emperador Constantino.

Ahora como antes, actitudes contrapuestas. El escándalo o la indiferencia de los que no teniendo fe, todos los esfuerzos de la vida quedan reducidos a la nada con la muerte.

O, para los que proyectan sentimientos, es esperanza en su más allá y esperan rebasar los obstáculos en una futura resurrección.

No en balde fueron estas reliquias parte de un Madero que sirvió de Trono, desde donde se proclamó que el Reino estaba cerca.

«Hoy tendrás parte conmigo en el Paraíso”

FEGASA

 

 

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