Efemérides.- Presentación de la marcha Jesús de las Torres

Fecha publicación en la web: 29/10/2019 | 913 Visitas

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Poder hablar sobre el proceso compositivo en la música, de la creación de una obra sonora, no resulta nada fácil, ya que es prácticamente imposible unificar los criterios seguidos por cada compositor en la realización de sus obras.

En referencia a cuál es mi proceder cuando me enfrento ante esta compleja tarea de componer una obra musical, tampoco les podría decir cuáles son los pasos exactos, pues todo depende del tipo de obra que se va a crear, pues no es lo mismo una canción pop, que música para un anuncio televisivo, o una marcha procesional, que es lo que a continuación les voy a relatar.

En unas de esas tardes que visité a Antonio Jesús, en su parroquia de las chapas en Marbella, con motivo de la preparación del Pregón de la Semana Santa de 2016, en los pequeños descansos que nos tomábamos, Antonio no cesaba en decirme que para octubre había que hacer algo grande, pues íbamos a tener una gran visita en el pueblo, dentro de los nuevos cultos que se iban a celebrar en honor a nuestros titulares, algo que debía quedar para siempre en las retinas de los archicofrades y vecinos perotes; y que mejor que una marcha dedicada a Jesús Nazareno de las Torres, una marcha que llevase letra, la cual iba a escribir él,”-¿un himno?-Le pregunté yo-.“ -a lo que Antonio contestó: “-David llámalo como quieras, pero debe ser algo que nos identifique y sea lazo de unión entre todos, que pueda ser cantado en nuestros actos y por qué no, que sea oración en nuestros celebraciones religiosas.”

Las premisas estaban claras, sin olvidar lo más importante, por el año de la Misericordia, la letra iba estar sustentada por las virtudes teologales de la Fe, la Esperanza y la Caridad.

Me puse manos a la obra, y sentado al piano empecé a esbozar una melodía; tenía que ser agradable, dulce, sosegada… así lo sentía y así debía ser. Y digo esto porque es lo que me trasmite la imagen de Nuestro Padre Jesús de Las Torres, solo tienes que mirarle a los ojos, ver su rostro, y verás la serenidad y paz que trasmite. Pues todo esto había que intentar de llevarlo a un papel pautado.

Después de varias llamadas, Antonio Jesús que como cada lunes viene al pueblo para estar unas horas con su familia, se acercó a mi casa para escuchar la melodía, no voy a negar que estuviese nervioso, y a la vez preocupado, porque era una gran responsabilidad la que se había depositado en mi persona. Sonaron las primeras notas…La Si Do Fa…, el puso su mano en el piano, me miró y pronunció “-Na za re no-¡niño!, a esas notas lo que le pega es nazareno.”-exclamó Antonio Jesús. Sinceramente no había pensado nada de la letra y él en cinco segundos, con cuatro notas, ya lo tenía claro.

A partir de ahí recorrimos un increíble camino, algo que sería muy difícil de explicar con palabras, pero que para mí ha sido una experiencia vital que me ha marcado y mucho.

En apenas dos semanas ya estaba la letra bien cuadrada con la música, nos gustaba y ahora empezaba la difícil tarea de instrumentarla. Recuerdo que me dijo “- bueno pues ya está-”, a lo cual yo le dije “-sí, ya tenemos el Trío final (melodía final de las marchas de procesión), pero falta la introducción y la primera parte antes del trío-“, “-¡pero niño!, ¿cuándo piensas hacer eso?-, “-no lo sé Antonio, pero no te preocupes que para el veintinueve de octubre estará.”

Como contraste a esta parte final cantada, había que generar un climax de tensión, que mostrase todo lo contrario, el dolor y sufrimiento padecido por Jesús con la cruz sobre sus hombros camino del calvario. Para ello realicé una introducción dividida en dos partes; una primera con una melodía en registros graves y unísono a la cual contestan la llamada de los metales, intentando crear una ambiente misterioso, y una segunda parte donde se crea un estado de tensión y nerviosismo generado por los trinos de flautas y clarinetes, donde a su vez, aparece en los saxofones y trompas una anticipación del tema que va a desarrollarse. A continuación llegamos a la Exposición con un tema A en los instrumentos de madera, que se repite en forte seguidamente por las trompetas y con el contrapunto de saxofones, trompas y bombardinos. Esta melodía, cabe mencionar, toma pequeños elementos de una composición que hice para el video “yo también soy nazareno” de José Carlos Torres para la cuaresma de 2015.

Y llegamos a la Transición, elemento musical que como su nombre indica nos sirve para ir de un lugar a otro, en este caso de una sección a otra. Esta transición es muy reconocible para todos, pues utiliza el patrón rítmico del Bolero Militar, aunque el tratamiento es diferente tanto en la melodía como en su armonización, la reminiscencia de esta banda sonora de nuestra semana santa queda patente. Esta transición nos lleva a la repetición de la introducción que nos servirá para modular a la nueva tonalidad y dar paso al trío final (parte cantada).

Este trío está pensado para ser interpretado a voz la primera vez, y repetirlo la segunda vez forte con la voz y la parte instrumental, para dar una mayor realce y fuerza a la composición, pensando en que sirva de aliento a los portadores del trono de Nuestro Padre Jesús. La marcha finaliza con una pequeña Coda en el área de subdominantes (carácter plagal).

La Marcha Jesús de las Torres fue estrenada por labanda de música Nazareno de las Torres y el tenor Jesús Gómez, en la Iglesia Ntra. Sra. de la Encarnación, el 29 de octubre a la finalización de la eucaristía oficiada por el Cardenal Carlos Amigo Vallejo.

Jesús de las Torres
Compuesta por David Gutiérrez Postigo
Letra de Antonio Jesús Carrasco Bootello

David Gutiérrez Postigo
Director de la Banda de Música

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