Efemérides.- Fallecimiento de Juan Rengel González

Fecha publicación en la web: 26/07/2022 | 1.593 Visitas

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«He hecho tantos años la Despedía porque he tenido gente muy buena al lado». (Juan Rengel)

El día 18 de julio del 2022,  recibimos la tristísima noticia del fallecimiento de nuestro hermano Juan Rengel González a sus 76 años.

Desde Nuestra Hermandad, queremos trasladar nuestras más sinceras y afectuosas condolencias a la familia de nuestro hermano Don Juan Rengel González, que en la noche de ayer, ha partido a la casa del Padre para descansar ya, en la Gloria de Nuestro Padre Jesús Nazareno de las Torres y en el maternal regazo de Nuestra Señora de las Ánimas.

Elevamos pues a nuestros Sagrados titulares en el día de hoy una oración por su alma, del que queremos agradecer todo lo hizo por su hermandad, siendo Hombre de Trono y Mayordomo de la Despedía, Caballero Almogávar Paracaidista en el año 1993, Cofrade de Honor en el año 1975 y que ya goza de la presencia de Nuestro Padre en el Reino de los Cielos.

El Señor de las Torres y su Madre la Virgen de las Ánimas que, bajo su magnánima mirada, te habrá acogido en su seno llene de Paz tu corazón, para que esté siempre vivo, para que esté siempre presente.

Hablar de Frascorrito es hablar de la Despedía. Ni más ni menos que de la Despedía. Son varios miembros de esta estirpe lo que han protagonizado este momento que supone el summum para muchos archicofrades. Y entre todos los Frascorrito, está Juan Rengel, el hombre que más veces en la historia ha hincado la rodilla con el Señor de las Torres al hombro a eso de las dos de la tarde cada Viernes Santo.

La Misa Conmemorativa tuvo lugar en la tarde del 19 de julio a las 16:30 horas, en el Parque cementerio de Málaga.

Pulsa el siguiente enlace para visualizar la galería Fotográfica.

Os mostramos parte de la entrevista que nuestro hermano Joaquín Aranda Vera, realizó a nuestro hermano Juan Rengel, a través de una plataforma online en aquellos tiempos de confinamiento, que a causa del Covid-19 no pudimos realizar de forma presencial, y que fue publicada en nuestra Revista Nazareno de las Torres del año 2021.

– Juan, en primer lugar, muchas gracias por atender a la revista ‘Nazareno de las Torres’. ¿A qué edad
empezó tu devoción por el Señor de las Torres? ¿Cuántos años tenías la primera vez que te pusiste
la túnica?

A los doce años. Me acuerdo que iba a casa de “el Perdío” en la calle Juan Naranjo, a recoger las túnicas con mi amigo José Moreno “El Vacila”. Nos hicimos los dos del Señor y estábamos siempre en las Torres. Nunca he llevado el trono, cuando empecé ya fue directamente haciendo la Despedía. Me hubiese gustado llevar el trono pero no podía ya que tenía que estar listo para cuando llegase el momento.

– ¿Cuándo fue la primera vez que surgió la oportunidad de hacer la Despedía? ¿Te lo propusieron o lo
ibas buscando?

Fue con diecisiete años. En ese Viernes Santo, vino Andrés Segura a decirme que yo ese día hacía la Despedía. Fue algo que me sorprendió, ya que apenas lo conocía y era mucho mayor que yo. Esa mañana, nada más salir el trono lo tanteamos entre mis dos primos “Frascorritos, Miguel “El Grajo” y yo. En ese momento me pesó mucho pero finalmente Andrés Segura me convenció de que en la Plaza con los nervios todo iba a salir bien, y esa fue mi primera vez. Recuerdo que me hablaba la gente y no conocía a nadie, en el momento no te enteras de nada, pero al día siguiente el cuerpo lo nota.

– Según tengo entendido, fuiste tú quien propuso quitar la horquilla para hacer la Despedía. ¿A qué
fue debido?

La verdad es que no me cabía en la mano. Era demasiado grande. Como no había mesa, el trono se apoyaba en una horquilla que sosteníamos mientras hacíamos la Despedía. Un año decidí hacerla sin horquilla, mis compañeros fueron haciendo lo mismo, hasta que finalmente dejó de utilizarse.

– Eres uno de los hermanos que ha tenido el privilegio de hacer la Despedía con el trono antiguo y el nuevo. ¿Hubo algún tipo de incertidumbre por el peso del nuevo?

Yo no supe lo del trono hasta que llegué el Viernes Santo y lo vi. Recuerdo que Paco Lucas no quería
ni bajar a la plaza por el miedo de que no nos fuésemos a levantar. El varal era tan grande que apenas se veía nada. Existía esa incertidumbre al principio pero al final salió todo tan bien como siempre. Como dije antes, en el momento no te enteras de nada, viene todo después.

– Juan, en el pasado se pagaba por hacer la Despedía. ¿Por qué pagaba? Por lo que sabemos, tú también contribuiste a erradicar esta práctica, ¿Cómo fue esto?

No sé realmente lo que se pagaba. La primera vez que la hice fuimos a casa de “Bernabé” únicamente
los de la Despedía. Yo era un chaval y los demás eran mayores. Ellos bebían vino, cerveza y yo estaba con una fanta. En ese momento llegó Paco Lucas y dieron los sobres con el dinero. Mi sobre lo cogió un primo mío. Al año siguiente, falleció Manolo Morales, y llegó Diego “El pera” y “Paco Lucas”, y dijo que el sobre era más chico porque él aportaba bastante dinero a la hermandad. Como yo no había visto el sobre el año de antes, dije que mi sobre de ese año era para flores para el Señor de las Torres. Así fue como el resto de compañeros fueron renunciando a los suyos hasta que al final
desapareció completamente. Quiero resaltar que estas reuniones de después de la Despedía me gustaban mucho porque nos reuníamos nosotros solos y hablábamos de todo, especialmente cuando llegaron Juan Andrés y el “Vacila” que eran de mi edad.

– Revisando los archivos históricos, eres el hermano que más veces ha hecho la Despedía
en la historia de nuestra Hermandad. ¿Cómo te sientes ante este logro?

Yo sabía que era la persona que más veces la ha hecho. Siempre decía que el año que viene me
retiraba pero seguía y seguía hasta retirarme con cincuenta y dos años, en el año 2002. Metí a mucha gente nueva y al final siempre la hacía yo con ellos. Una anécdota que recuerdo es que he hecho la Despedía con el “carnicero” padre; y luego con sus dos hijos.

– Según muchos hermanos que han hecho la Despedía, portar al Señor de las Torres entre ocho es una sensación difícil de explicar con palabras. ¿Qué sentías tu cada vez que hacías la Despedía?

Es difícil explicarlo. Mi amigo Pepe el “Vacila” me decía: “tenía que caer un tormentazo ahora”… nos entraban los nervios cuando entrábamos en casa de “La Romanona” y veíamos al Señor entrar en la Plaza. Luego llegaba el momento y no era yo mismo. Como dije antes, no conocía a nadie, y siempre que me
agachaba y me levantaba, alzaba los dos brazos por la alegría que me daba el poder levantarme con tanto peso y con el Señor de las Torres sobre el hombro. Pedro Morillas “El Perilla” siempre me cogía el brazo para abrirme camino mientras hacía la Despedía.

– ¿Cómo era el momento en el que os poníais las fajas y os preparabais? ¿Alguna anécdota
que recuerdes en especial en “La Romanona”, donde os preparabais para hacer la
Despedía?

Recuerdo que cuando llegábamos mis primos y yo, “la Romanona” nos decía: “Ya están aquí
los Frascorritos”. Era un rato muy tenso, donde tenemos que darnos ánimos unos a otros. En ese
momento ya no te puedes echar atrás. Una vez que sales de la casa, la sensación es distinta y la
gente te da ánimos te vienes muy arriba. Como anécdota, recuerdo que cuando llegó
el trono nuevo, corría el rumor de que pesaba muchísimo más, entonces los de la Virgen vinieron a decirnos que hiciésemos la Despedía cuatro veces. Me lo preguntaron a mí porque yo era de los más veteranos. Yo dije que cuatro no, que ocho veces, cuatro con el Señor y luego nos cambiábamos y los del Señor con la Virgen y los de la Virgen con los del Señor. Salieron como una bala, ya que decían que no íbamos a poder con el trono y al proponer eso no aceptaron.

– ¿Recuerdas alguna Despedía en especial?

Recuerdo con mucho cariño la primera. Todas son muy distintas, y he tenido mucha suerte
porque nunca me ha pasado nada. He hecho la Despedía sin faja y sin rodillera, ya que los
primeros años no estaban. También recuerdo especialmente la vez que la dirigí. Me gusta que
cuando se hace se aguante tres segundos abajo antes de subir y así lo hice. Lo pasé muy mal en el año 2008, cuando se volcó el trono. Desde entonces no he visto más la Despedía.

– ¿Qué le dirías a todas las personas que quieran hacer la Despedía?

Le diría que se preparasen muy bien. Que nunca cuenten con el de al lado, que siempre hay que estar
uno bien, porque si estas mal y piensas que el de al lado te va a ayudar, puede ser que el de al lado tampoco esté bien y ya son dos personas fallando.

– Para terminar, ¿cómo fue el momento en el que sentiste que tenías que dejar la Despedía y dar
paso a los nuevos?

Ese momento no llegó nunca. Yo metía gente nueva como te decía antes hasta que un año metí a cuatro
delante y me quité yo. A los pocos años, falló uno de ellos y me metí yo, y esa fue mi última Despedía, en el año 2002. Yo llegué ese día y me dijeron de sopetón que hacía la Despedía. Me gusta prepararme siempre aunque es cierto que ese día iba preparado porque ya me olía algo.


Joaquín Aranda Vera

Revista Nazareno de las Torres, año 2021

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