Misa de Nazarenos

28/03/2015 | 1.033 Visitas

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Como cada Sábado de Pasión, las siete de la tarde fue la hora elegida para la Misa de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús atado a la Columna, en la misma y con muy buena sincronización entre los hermanos participantes se han sucedido lecturas, moniciones y plegarias en las que se ha puesto la culminación a otro año más de formación que periódicamente y en la Casa Hermandad dirige nuestro Párroco don Francisco.

Al final de la Misa, como es tradicional, se ha reconocido con una placa la labor de Javier Díaz Ocaña y Borja Berlanga Ruiz como miembro de la sección ha presentado la salida procesional que por segundo año consecutivo se va a producir el Domingo de Ramos.

El broche de oro han sido las piezas que ha interpretado la Banda Municipal de Ronda dirigida por el perote David Gutiérrez Postigo y el momento culminante cuando por primera vez la marcha de procesión “Héroe” ha sonado en Álora, seguro que Pepe Segura desde el cielo sigue orgulloso de nosotros. 

En breve reportaje fotográfico 

Intervención completa de Borja Berlanga Ruiz:

 A las cinco de la tarde, como dice Lorca en su romance, en la Encarnación no cabe un alma, los capirotes están colocados y las faraonas bien atadas. El incienso inunda toda la iglesia, en ese momento suena un llamador, es el hermano mayor que nos recuerda que la calle está preparada. Las puertas se abren poco a poco, y la luz de la tarde se mezcla con todo ese humo que nos invade. Comienza el desfile de nazarenos sobre un camino de romero. La trompeta da la orden para que el sonido sea más dulce. Ya se escucha la campana y todos arriman el hombro. El pasillo se hace más ancho para que Jesús avance al compás de una sola caja. La puerta de los naranjos se queda pequeña para que el trono salga. Suena la marcha real y desde una pequeña ventana llueven pétalos morados. Que toquen las cajas chinas porque desde un balcón engalanado la saeta están cantando. El cristo de la columna ya se encuentra con su pueblo, que un año lleva esperando.

Buenas tardes hermanos cofrades, amigos, señoras y señores.

Hace unos días celebrábamos el santo viacrucis. Una forma en la que los cristianos recordamos el camino que Jesús siguió hasta el monte calvario para morir en una cruz. Este acto lo recuperamos el pasado año con motivo del décimo aniversario de nuestra reorganización de cultos. Y es que en nuestra pequeña historia hemos realizado a nuestro titular numerosos cultos. Alguno de ellos merecen ser recuperados para que se conviertan en parte de nuestra tradición.

Debo admitir que para mí fue una grata sorpresa cuando me comunicaron que me habían elegido para ofreceros estas palabras, ya que, por mi corta edad apenas puedo hablarles sobre la historia de este grupo. Aunque he vivido estos once años, os aseguro que en la mitad de ellos no era consciente de la magnitud del proyecto que estábamos creando. Por ello me siento orgulloso de formar parte de una segunda generación. Una generación guiada por vosotros, Delia, Juanfran, Javi, Pedro, Juan Andrés, Juanjo, Fran y muchos de los que estáis sentados aquí esta noche. Vosotros, “los mayores”, nos habéis transmitido la ilusión que necesitamos para sacar esto adelante, habéis conseguido transmitirnos lo que es el esfuerzo y el trabajo diario. Y por todo esto, hoy quiero daros las gracias. Una muestra de este afán por mejorar nuestra procesión lo puedo reflejar con un momento. Cada año, cuando estamos desmontando el trono, siempre acaban con el mismo tema, ¿qué vamos a sacar nuevo el año que viene? Cada vez admiro más como en esos cuerpos cansados puede haber ganas de pensar en las novedades del siguiente año y todo el esfuerzo que eso conlleva. Ese es nuestro espíritu y es algo que como antes decía nos habéis transmitido a esta nueva generación. Y lo más importante, sin olvidar el respeto y la devoción hacia nuestra imagen. Enseñándonos que nuestra labor es dar culto, adorar, alabar y bendecir al señor.

Pero si algo quiero destacar de la sección del Cristo de la Columna y Santo entierro, es la unión que tenemos a la hora de trabajar. Un grupo que como nuestro amigo Juan, no entiende de colores. Negros, rojos, verdes y como no, toda clase de morados, forman parte de este proyecto. Y ya no hablo solo de hermandades, como muchos de vosotros sabéis, este que les habla ha tenido que cruzar la vega esta noche para estar aquí compartiendo este momento.

Me van a permitir que les hable ahora de los últimos que forman esta procesión, si, les voy a hablar de la banda. Hace unos años esta vocalía nos ofreció una gran oportunidad dejándonos acompañar a nuestro señor en sus salidas. Por ese motivo muchos de los componentes de la banda y a la vez miembro de este grupo, no hemos podido ver como la fila ha ido creciendo año tras año, como se han incorporado los nuevos enseres o los capirotes. No podemos verle la cara a nuestro cristo durante todo el recorrido. Pero todo esto se ve recompensado con el paso con el que el trono nos responde al ofrecerle nuestra melodía. Os aseguro que no puedo describir momentos como subir calle la parra al compás de la paloma, cruzar la fuente arriba con nuestro padre Jesús o como no ese momento del encierro en el que suena la saeta en el patio de los naranjos. Aunque los inicios fueron duros (y no lo digo porque el primer pasacalles empezó en el taller de Paco) sino por nuestra inexperiencia. La seriedad y el bien hacer de este grupo de trabajo nos ha hecho mejorar año tras año.

Ahora les voy a contar una historia, vivida con una de las personas que mejores momentos me ha dado en mi vida. Cada año y por estas fechas, me sentaba en el sofá para despedirme de él. Era cuando me decía Borjita, pero porque te vas tan pronto, si todavía es viernes de Dolores. Yo le respondía que me venía para Álora porque teníamos que preparar el cristo de la columna que salía al día siguiente. Era entonces cuando me contaba y no fallaba nunca, la misma historia. Me decía que 77  años atrás cuando tenía más o menos mi edad vivió unos de los momentos que no olvidaría nunca en su vida. Un miércoles Santo vio como el cristo de la columna caía al suelo, quedando completamente destrozado. Por ese motivo pienso que él no estaba muy convencido de que el cristo volviera a la calle. Es algo que nunca sabré. Sé que estás pendiente de nosotros y abuelo desde aquí te puedo asegurar que este cristo no volverá a tocar el suelo, ya que este pueblo llevará a Jesús como se merece. Eso si os pido que todos los que estáis ahí protegiéndonos no dejéis de tirar para arriba nunca.

Por último ya solo me queda desearos que disfrutéis de esta semana que viene por delante, recordando la importancia que tiene para los cristianos, ya que rememoramos que Jesús murió por nosotros. Y que desde mañana viváis esta semana con pasión. Que un hombre que entró a Jerusalén a hombros de una borriquita, fue arrestado en un huerto lleno de olivos. Para después ser atado a una columna.

Solo os pido que os volváis hacia atrás y mirando esa cara de sufrimiento digáis conmigo.  ¡Viva el cristo de la columna!


Nazareno de las Torres

Comunicación - Archicofradía de las Torres

Departamento de comunicación de la Ilustre Archicofradía y Antigua Hermandad del Dulce Nombre de Nuestro Padre Jesús Nazareno de las Torres, Jesús Atado a la Columna, Santísimo Cristo Crucificado de los Estudiantes, Santo Entierro y María Santísima de las Ánimas.
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