XX Cartel Virgen de las Ánimas

09/03/2015 | 675 Visitas

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Reproducimos seguidamente el texto integro de la presentación pronunciado por Juan Fernández Miranda:

     En primer lugar, me gustaría dar las gracias a Francis por esas palabras que me ha dedicado y que considero, son un tanto desmesuradas.  ¡¡Muchas gracias!!.

      Señor Alcalde, Hermano Mayor, Hermanos y Hermanas de Ánimas, amigos todos, buenas tardes.

        Es para mí un verdadero honor el estar esta tarde en este atril para presentaros, nada más y nada menos, que el cartel que anuncia la salida procesional de nuestra Virgen de las Ánimas, el próximo viernes 3 de Abril.

     Aunque he de reconocer que la escritura y el don de  palabra no han sido nunca mi mejor virtud, pero así lo ha querido esta vocalía y por tanto, me dispongo a ello.

     Desde siempre he sido un amante incondicional de la Semana Santa, y desde pequeño siempre he intentado ser partícipe de ella de una manera u otra, ya sea formando parte de aquellas sonadas procesiones en vivo, que los niños y niñas de la Plaza Baja, protagonizamos hace ya algunos años y que muchos de ustedes recordarán; como componente de la banda del Colegio el Hacho, en procesiones como la Pollínica y María Santísima del Amparo en su Domingo de Ramos, o a la Hermandad de San Juan en la noche del Jueves Santo; siendo portador del trono de San Juan de la mano del amigo Javier (el moro) en un par de ocasiones; participando en la procesión de Nuestro Padre Jesús Nazareno de las Torres, bien como portador del estandarte alguna que otra vez, o simplemente acompañando a su procesión desde su inicio en el Castillo de las Torres, hasta su llegada de vuelta al templo de la Encarnación; y teniendo la suerte de ser portador del Nazareno de la mano de mi buen amigo Antonio Trujillo; y como no, participando en las procesiones de María Santísima de las Ánimas.

     En esta vocalía, mi memoria me transporta muchos años atrás, donde recuerdo que con apenas 9 ó 10 años, esperaba ansioso a que llegase el día de la reunión de los preparativos de salida procesional (celebrada en los salones de la Casa de la Cultura), reunión a la que yo asistía como un componente más, y en la cual aguardaba con muchos nervios a que llegase el apartado en el que se repartían los enseres, para poder apuntarme a llevar un farol en la procesión.

Farol, cuyo mecanismo de encendido consistía en una pila de petaca, una pequeña bombilla, unos cables y un interruptor, ¡¡más casero no podía ser!!

      Con esa corta edad y de la mano de mi padre (por aquel entonces, parte activa de esta vocalía) llegué a formar parte de esta familia, en la cual he ido creciendo poco a poco rodeado de hermanos trabajadores, humildes y cada cual más buena persona que el anterior.      

      Y gracias a ese espejo en el que iba mirando, he ido aprendiendo de todos y cada uno de ellos (desde el más antiguo, al más nuevo).

     Aunque de todos esos hermanos, siempre ha habido tres personas que para mí han significado mucho dentro de esta familia y que de alguna forma me han marcado un poco más que el resto, y que son:

     El amigo Francisco Miranda, o  Paco ‘el sepulturero’. – Cuando yo era un niño, tenía la extraña costumbre de pasar, todo el tiempo que no estaba en el colegio, en Las Torres (antiguo cementerio), lugar donde este hombre desempeñaba sus labores. Allí iba creciendo, y entre semanas santas, días de los difuntos y veranos que iba pasando, manteníamos grandes charlas y vivencias acerca de la historia de nuestra Madre y gracias a las cuales, fui aprendiendo a conocer a los componentes de esta casa, tanto la parte positiva como la negativa. Y aún a día de hoy, en muchos momentos cuando analizo alguna de estas cuestiones, lo recuerdo y pienso: ¡¡Qué sabio era y cuánta razón tenía!!

       Mi buen amigo Bernardo Villegas, o Bernardo ‘el confitero’. – A esta persona la conocí, como a otros muchos hermanos más, gracias a nuestra vinculación con la Virgen. Y a través de aquí, entablamos una buena amistad que nos ha llevado a vivir un montón de experiencias juntos y, además de las vivencias personales, de él aprendí a saber dónde y cómo van desde el primero hasta el último tornillo y demás componentes del trono, todo lo relacionado con el almacén de los enseres, a saber cuándo y cómo había que pedir las velas para Semana Santa, así como alguna que otras intimidades de Nuestra Titular.

      Mi buen amigo Juan Díaz Bravo, o Juan ‘Kirnabo’. – Cuando yo llegué a esta vocalía, era la persona que se encargaba de llevar todo el papeleo de esta, como actas, libros de cuentas, etc… Además de ser un trabajador incansable, que siempre ha dedicado 24 horas al día y 365 días al año a su Virgen de las Ánimas. De él aprendí a funcionar en una hermandad con humildad, transparencia y sencillez,  y que la mejor forma para que algo así funcione correctamente es poniéndole la mayor dedicación y el máximo cariño posible, como él lo hizo siempre. Y buena prueba de que esta fórmula es la correcta la tenemos en el crecimiento que nuestra procesión ha ido experimentando a lo largo de estos 34 años.

   Aunque como ya he dicho anteriormente, aparte de estos tres pilares, siempre he procurado aprender de todos y cada uno de los hermanos y hermanas de Ánimas, y créanme que no pretendo caer en el tópico y que lo digo con la mayor sinceridad.

      Y buena prueba de ello:

      Cuando allá por el año 2007, los médicos me diagnosticaron mi problema de salud, he de reconocer que en la intimidad y con la única compañía de la que por aquel entonces era mi novia, me costó muchas lágrimas y quebraderos de cabeza el poder asimilarlo.

      Pero gracias a la Virgen pude conocer a la pequeña Alba. Una niña, a la que a pesar de todos sus problemas y a su corta edad, nunca se le borra su sonrisa de la cara.

      Y gracias a fijarme en esa pequeña, fui aprendiendo a aceptar la realidad y a convivir con ella poco a poco.

      Por ello, me siento súper orgulloso de llevar tantos años perteneciendo a este gran grupo humano, que con su trabajo y constancia han ayudado a llevar el nombre de María Santísima de las Ánimas a lo más alto posible, y de paso, contribuir al engrandecimiento de una Archicofradía de la que hemos formado parte desde el primer momento, aunque algunas personas se empeñen en demostrar lo contrario.

CARTEL

    Bueno, y centrándome en el tema que nos reúne esta tarde aquí a todos, me toca describirles lo que veo plasmado en la vigésima edición del cartel de salida procesional de María Santísima de las Ánimas, que se esconde tras esa tela.

    Y después de mirarlo un montón de veces, lo que veo es una procesión de Nuestra Madre en su trono antiguo y pequeño, portado por los primeros hermanos de esta vocalía, ataviados con su pantalón vaquero y su abrigo azul marino con cuello de pico.

     Y veo las reuniones celebradas en los salones del antiguo Nápoles, y en los salones de la Casa de la Cultura.

     Y veo el montaje de chiringuitos en las romerías de Álora, en el que los hermanos dedicaban mucho esfuerzo para poder comprar un nuevo trono a su imagen.  

     Y veo un numeroso grupo de hermanos dispuestos a ir a recoger el nuevo trono que con su esfuerzo pudieron conseguir.

      Y veo las primeras presentaciones de carteles en los salones de las columnas, con una asistencia de unas 400 personas. (Que aquello era una verdadera locura)

      Y veo aquellos faroles o bastones para ordenar las filas, que como he dicho anteriormente, más caseros no podían ser.

     Y veo el trabajo de un grupo de hermanos en las obras realizadas en su casa hermandad con el objetivo de formar parte de una familia.
Y veo al relevo de los antiguos portadores, que ahora portan traje oscuro y corbata.

     Y veo una interminable fila de penitentes, que cada cual con su historia, portan una vela para intentar cumplir sus promesas de la mejor manera posible.

     Y veo la evolución de los enseres, con sus nuevos faroles, nuevo estandarte y demás adquisiciones.

     Y veo el constante e inmenso jardín de flores que siempre acompaña a Nuestra Madre allá en su capilla.

     Y veo el montón de peticiones de sus devotos, las cuales llegan desde muchos rincones.

     Y veo cualquiera de las actuales reuniones de la vocalía, celebradas en los salones de la Casa Hermandad.

     Y veo las jornadas de limpiezas de tronos y enseres con muchos hermanos.

     Y veo un numeroso grupo de hermanos comprando productos de primera necesidad para donárselos a familias necesitadas como cada navidad.

     Y veo la obra social realizada a la asociación sin ánimo de lucro que corresponda en cada momento

     Y veo la comida de campo posterior a la salida procesional y en la cual pegamos una gran jornada de convivencia.

     Y veo cualquier Viernes Santo en el que todos los hermanos aportan su granito de arena desde bien temprano, para así hacer una buena salida procesional, y así, los hermanos encargados del reparto de velas cumplen su función, las personas encargadas de los artículos, en su puesto de ventas, los más madrugadores en llegar a la capilla que van ayudando a la terminación del montaje del trono, los enseres dispuestos junto a la cruz guía para abrir el camino, los más jóvenes, siguiendo las tradiciones de su mayores, portando sus incensarios y sus cestas de incienso y carbón, los penitentes formando esa larga fila de velas, los encargados de la fila intentando organizarla de la mejor de las maneras, las mantillas ataviadas con sus vestimentas y antorchas y guiadas por la responsable de este tema, los capataces preparados para organizar el trono de la mejor manera posible y dispuestos a ayudar al mayordomo, mayordomo dispuesto a guiar a su Virgen por las calles de Álora, y a vivir uno de los momentos más grande para un cofrade, los portadores con la ilusión de siempre por llevar a Nuestra Madre a hombros, y el sonido del tambor marcando el paso de la procesión.

     En definitiva, lo que veo en este cartel es un primer plano de lo más importante y lo que nos ha unido y nos une a todos desde hace 34 años, y que no es otra cosa que la cara de Nuestra Virgen de las Ánimas. La que ha permitido que podamos ir realizando, a la par que viendo, toda la evolución de nuestra vocalía a lo largo de la historia.

    Esta fotografía es una de las muchas obras de nuestro hermano David Aranda.

    Y antes de destaparlo, me vais a permitir que este cartel se lo dedique a todos y cada uno de los hermanos que con su trabajo y esfuerzo han hecho posible que desde el año 1996 hasta la fecha, hayamos cumplido 20 años de carteles, y especialmente a los hermanos Pepe ‘Madreagua’, Paco ‘el Sepulturero’, Dieguito ‘Caena’, Frasquito ‘el de la Panchurra’, Antonio ‘el Guachi’, Antonio ‘Zurrapa’ y todos los hermanos y hermanas que ya no están entre nosotros, pero que estoy seguro que allá en el cielo, tienen que estar montando unos Viernes Santo de campeonato!!!!!

     Por ello, para destapar este cartel me gustaría pedir la colaboración de nuestro hermano más antiguo. Por favor, hermano Juan Vázquez Luque.

                                                                     Muchas Gracias!!!!


Nazareno de las Torres

Comunicación - Archicofradía de las Torres

Departamento de comunicación de la Ilustre Archicofradía y Antigua Hermandad del Dulce Nombre de Nuestro Padre Jesús Nazareno de las Torres, Jesús Atado a la Columna, Santísimo Cristo Crucificado de los Estudiantes, Santo Entierro y María Santísima de las Ánimas.
Establece contacto directo con esta área a traves de la dirección de correo electrónico comunicacion@nazarenodelastorres.org ó en el número de teléfono 744 407 726.

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