Presentación 2015

01/03/2015 | 828 Visitas

Compartir

Exitosa e innovadora presentación: video, decoración y proyecciones sorprendienron a los hermanos que acudieron al teatro Cervantes en la mañana del domingo uno de marzo, en el que ha estado mas vivo que nunca nuestro Joaquín Segura, pletórico y exultante por la exposición de Mario que reproducimos seguidamente:

Buenas tardes.

 Cuando me comentaron la idea de presentar la revista y carteles de esta Semana Santa, en un primer momento la propuesta me llenó de orgullo; poco después, pensar sobre la importancia de esta tarea, hizo recorrer en mi cuerpo un pequeño escalofrío.

No es la primera vez que hablo ante tantas personas; no en vano, me abruma hoy el no saber transmitir esos sentimientos que nos afloran a todo nazareno cuando llega nuestra Semana Mayor.  Sentimientos que, a través de nuestros  titulares, nos unen de alguna manera a aquellas personas que ya no están entre nosotros.

 Va por ellos…

 Hermano Mayor, Hermanos Mayores de otras cofradías, archicofrades, cofrades, autoridades, amigos y amigas. Familia de Álora.

 Por mi trabajo estoy más o menos acostumbrado a utilizar “la palabra” de forma hablada y escrita. Pero esto es muy diferente.

Llega la hora de escribir y vas leyendo los artículos que formarán parte de la revista. Bueno, todos no. Me falta uno, el de Paco.

Me acordé de ti unas cuantas noches. ¿Recuerdas cuando me dijiste que escribías tus textos el día antes? Supongo que pretendías tranquilizarme; pero, viendo que no llegaba tu escrito, me veía redactando la presentación a última hora.

Cuando por fin me llegó, empecé a “hilvanar” esta humilde y sentida presentación.

SALUDA del hermano mayor

Directo, breve y sencillo. Paco, nuestro Hermano Mayor, nos introduce en la revista de este año, para muchos tan especial, destacando la labor de un grupo de hermanos que, a lo largo de muchos años, no han cesado en el empeño de realizar nuestra querida revista “Nazareno de Las Torres”. Así mismo, nos pide a todos los que vestimos la túnica morada que tengamos en nuestro día a día generosidad, humildad, saber perdonar y caridad; agradeciendo a su Junta de Gobierno el trabajo y esfuerzo que realizan con él para llevar a cabo sus propósitos.

Propósitos como los que se marcaron hace ya unos años una serie de jóvenes de nuestra hermandad que, supongo sin ser muy conscientes en un primer momento, han contribuido a perpetuar nuestro legado histórico y cultural.

 Treinta años de Nuestra Revista

Noelia Martínez, nos “relata” cómo desde la creación del primer boletín informativo de la hermandad, allá por el año 1985, nuestra revista se ha ido haciendo mayor hasta llegar al actual formato que todos conocéis.

Reportajes, entrevistas, colaboraciones como las de Pepe “el del quisco”… es muy densa la herencia que durante estos treinta años hemos recibido de las manos de las personas que contribuyen en su elaboración.

Noelia nos hace ver cómo detrás de ese trabajo, se han ido creando vínculos que, a través del amor a nuestros titulares, se han hecho más especiales.

Finaliza el artículo agradeciendo a Paco Lucas que, gracias a su esfuerzo y tesón, haya hecho posible la continuidad de la publicación a  lo largo de todos estos años. Incluso yo me atrevería a afirmar que nuestra revista es ya un símbolo permanente en la antesala de cada Semana Santa y que, llegado el momento de su lectura, nos avivará la llama de los sentimientos que permanecen adormecidos en nuestros corazones, despertándolos para vivir estos días de pasión.

Aunque, por desgracia, no todos tienen la suerte de poder prepararse para estas fechas tan especiales como lo haremos nosotros.

Persecuciones en el siglo XXI.

Me van a permitir que recuerde a todos los que están sufriendo la barbarie por ser, por pensar, por sentir, por creer…  de forma diferente.

A pocos días de la Semana Santa, todos nos preparamos para las celebraciones que, cada comunidad cristiana, a su manera, lleva a cabo. Pero, por desgracia, no será igual para todos los cristianos en el mundo. Serán muchísimos, como por ejemplo los que se encuentran en oriente próximo, los que no podrán exteriorizar estos sentimientos como lo haremos aquí.  Persecuciones, disparos, bombas, asesinatos indiscriminados… Ese es  el día a día que sufren nuestros hermanos.

En el artículo “Yo también soy cristiano en Irak”, Antonio Trujillo nos presenta una realidad cruel y sin sentido que, desde la tranquilidad que gozamos aquí en occidente, vivimos ajenos a ella.

Nuestro Papa Francisco nos pide que aprendamos de nuestro pasado. Ya en el Concilio Vaticano II se nos enseñó a valorar lo positivo en las otras religiones y a tener respeto. Nuestros Sumos Pontífices, en distintos momentos, así lo demostraron.

Juan Pablo II en una de sus peregrinaciones apostólicas visitó la Gran Mezquita de Damasco. Pidió a musulmanes y cristianos «volverse unos a otros con sentimientos de hermandad y amistad».

 Además, afirmó que «una mejor comprensión mutua seguramente llevará a una nueva forma de presentar nuestras religiones, no en oposición como ha ocurrido con demasiada frecuencia en el pasado, sino en comunión por el bien de la familia humana…»

Nuestro papa emérito, Benedicto XVI, compartió también momentos de religiosidad con dirigentes musulmanes en la Mezquita Azul de Estambul, rezando con ellos y respetando sus costumbres en aquel lugar “santo”.

A raíz de los atentados ocurridos en Francia, el Papa Francisco afirmó que “ni la libertad de religión ni la libertad de expresión deben ser utilizadas para ofender a los demás”, además dijo que “no se puede matar en nombre de la propia religión, no se puede matar en nombre de Dios”.

Yo soy cristiano.

“Yo soy nazareno”. Pertenezco a una familia de nazarenos.

En mi casa, en la de mi madre, somos todos del “Señor de Las Torres”. A ver, después de tantos años, alguna que otra vez le he preguntado a mi madre de quién es. Yo creo que es un poquito dolorosa y alguna que otra vez se lo he dicho, pero sonriendo siempre me dice que no.

Empecé a ponerme la túnica morada ya con algunos años, supongo que unos siete u ocho. No lo recuerdo bien. Lo que sí recuerdo es el día  que le dije a mi madre que quería vestirme “del Señor”. Ella me dijo que fuese al Banco Central y se lo dijera a Paco Lucas. Yo no sabía quién era ese Paco al que se refería mi madre; pero, no lo dudé un momento y me fui para el banco. Una vez dentro, me acerqué al largo mostrador que había. Apenas asomaba la cabeza por encima del mismo. Pregunté por Paco Lucas y le dije que quería vestirme del “Señor”, que era hijo de Tere, la de la carnicería del mercado. Tras las risas de los allí presentes, Paco me dijo que no me preocupara. Poco después llegó un muchacho a mi casa con una túnica de las de antes. Me da a mí que ese joven era “Mayorga”

Recuerdo una túnica enorme. Mi madre le tuvo que hacer un dobladillo tan grande que dio tanto juego que, lo mismo exagero, pero me parece que fue la que utilicé el año que dejé la fila para llevar, con esa misma túnica, al Cristo de los Estudiantes.

Y ¡Qué importante somos todos en la familia!

A mi padre le tengo que agradecer el habernos dejado el amor que sentía por nuestro “Señor de Las Torres”, cariño que todos mis hermanos y yo hemos inculcado a nuestros hijos e hijas.

He vivido mucho durante todos estos años. Mi pena es no haber podido compartir con mi padre todas estas vivencias; pero sé, que desde ahí arriba, nos protege a toda mi familia y es que, como dice mi hija Laura, mi padre es mi Ángel de la Guarda.

Y ante la falta de un padre, una madre se crece.

Sufrimiento, esfuerzo, sacrificio… Es tanto lo que has hecho por mí y mis hermanos que, a veces, se me olvida que estás ahí detrás de cada uno de nosotros. Gracias mamá…

En cuanto a la otra gran familia a la que pertenezco, mi Hermandad, me siento orgulloso de haber acompañado a cada una de las imágenes en mis tiempos de hombre de trono. Bueno, miento. De aquella época me falta una. Y es que, como con mi madre, me olvido de que siempre estás ahí, a nuestro lado. María Santísima de las Ánimas. Como Adelaida García Morales nos escribe en el Rincón de Poesía, “todos acudimos a ti a contarte nuestros problemas” y como todas las madres, nos protegerás, aunque a veces nos olvidemos de que lo haces. Sabes que siempre estaré en deuda contigo. Aunque, igual que mi madre, no le darás importancia y  te conformarás con cualquier mirada, con cualquier pensamiento que tenga hacia ti.

Y la familia aumenta.

La familia, uno de los pilares en el día a día de cualquier cristiano, es clave en nuestra vida como seguidor de Jesús y María.

Nuestra hermandad, como gran familia, no es ajena a ese crecimiento que, a través de nuestra diversidad humana, enriquece a nuestra Archicofradía.

Mirando al futuro a la luz del pasado

Paco Lucas, expone en el artículo  “Mirando al futuro a la luz del pasado” el proyecto aprobado en Cabildo Extraordinario celebrado el 26 de septiembre, explicando los motivos para hacer comprender cómo el devenir de nuestra hermandad a través de la historia, viene marcado por los distintos retos propuestos y asumidos con valentía.

La pluralidad, la juventud, la inquietud… hacen que nuestra cofradía permanezca viva, lo que crea una complejidad en sí misma. Pero pienso que la fuerza de esta complejidad debe ser el principal síntoma de “no acomodarnos en un glorioso pasado”; eso sí, sin perder de vista nuestros orígenes en Las Torres.

Esta particularidad tan especial que tiene nuestra hermandad,  el ser dinámica, la vemos también en otro ejemplo de trabajo y esfuerzo.

Domingo de Ramos. Jesús atado a la Columna

Son muchos los pasos previos que se tuvieron que dar antes de la primera salida en esta nueva etapa de nuestro Padre Jesús atado a la Columna. La tenacidad, el empeño y la fe, hicieron que un grupo de hermanos cofrades comenzaran a dar pasos para dicho fin. Ildefonso Mayorga nos recuerda en el artículo “Domingo de Ramos. Jesús atado a la Columna” la historia de todo el camino realizado desde 1842 hasta el año 2010. Nuestro anterior Hermano Mayor finaliza el texto agradeciendo a todos los cofrades que participaron en esta última etapa para conseguir que el proyecto que se inició a mediados del siglo XIX sea hoy una realidad, “recordando igualmente a los que partieron para estar junto al Padre, que desde allí  puedan ver realizado su proyecto”.

 Y, recordando a los que partieron, este año, cuando los Paracas entonen “La muerte no es el final del camino”, sumaré en mis plegarias a una persona más. Supongo que más de uno de los aquí presente les ocurrirá igual y tendrán a algún ser querido junto a Nuestro Padre.

Ellos hicieron historia

Creo que no ha sido fácil para ti, Toñi, escribir “Algo se muere en el alma”. Con estas palabras, nos has acercado aún más a Joaquín, ahora que más lejos lo vemos.

Pensando en ti, Joaquín, me vienen a la mente las palabras que Antonio Trujillo dedicó a nuestro Papa emérito el año pasado Quien se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado”.

Joaquín, no voy a intentar describirte sabiendo que no hay nadie como tu mujer para expresar quién fuiste… Leyendo las palabras que te dedica Toñi, no puedo dejar de pensar en tu humildad, sufrimiento y saber estar.

Nos hemos conocido bien en estos últimos años que, si bien no han sido pocos, creo que aún tenías muchas cosas que contarme; porque, como bien dice tu mujer, “sabías mucho”.

Mientras escribo estas sentidas palabras, se entrelazan lágrimas con alguna sonrisa al imaginarte en el cielo. ¡No veas la “familia de Seguras” que os habéis juntado allí! Alguien me llegó a sugerir que teníais de sobra para hacer la Despedía.

Joaquín, este Viernes Santo espero estar en tu casa desayunando, como siempre, junto a los nuestros. Será duro, muy duro… Pero me consuela saber que estarás allí, con todos nosotros, “con tu eterna sonrisa” y cuando esté en la plaza, en la Despedía, bajo el trono de Nuestro Señor de Las torres, cuando más cerca esté de mi padre, del primo Pepe y todos los que se fueron, allí estarás tú. Y para darme fuerzas me pedirás que no esté triste por ti que “estás bien”.

Con el recuerdo a mi primo Joaquín, finalizo la presentación de la revista. Son más artículos y reportajes los que contiene este ejemplar; pero, por no alargar la presentación, os dejo que la descubráis y así disfrutéis con su lectura.

Y ahora damos paso a los carteles de esta Semana Santa.

CRISTO DE LA COLUMNA

Ecce Homo, he aquí el Hombre atado a la columna, atado a nuestras culpas. Llevando la carga de ser preso por todos nuestros pecados, y siendo flagelado por los que se cometerán. Este es el Hombre que, por amor a su pueblo, fue preso y muerto.

Elisabeth Borrego a través de sus ojos capta la mirada de Nuestro Padre Jesús atado a la Columna. Mirada expresiva de quien sabe que ha llegado la hora de morir por nosotros.

Pepe, primo, cuánto sufriste por él. Es imposible no recordarte ante este rostro de Jesús. ¡Cuántas veces vi en ti esta mirada de preocupación!

SANTO ENTIERRO

Noche de Viernes Santo. Calles oscuras. Dos hilos de velas dibujan el recorrido del Santo Entierro de Cristo en un camino de Silencio roto por el tambor que le guía. Y tras Él, su madre, María Santísima de las Ánimas, demostrándonos a todos que la muerte no quiebra el amor por su hijo.

Eloy Muñoz y Elisabeth Borrego nos muestra una imagen del Santo Entierro antes de iniciar su recorrido por nuestro pueblo, captando el instante en el que la luz y las sombras atenúan  el rigor de la muerte en la cara de Jesús.

CRISTO DE LOS ESTUDIANTES

Contigo me hice fuerte bajo la carga de tu dolor. Me hiciste comprender qué insignificantes somos ante la muerte, lo valioso del gran regalo que es la vida, y que a veces olvidamos.

Eugenia Segura rescata esta foto póstuma en la que su padre, nuestro hermano Joaquín Jesús Segura Vila, “inmortaliza la muerte” de nuestro Cristo de los estudiantes, llevado a hombros por los jóvenes de Álora, siendo testigo eterno de esta magnífica estampa la torre de nuestro templo sagrado y con la mirada de un cielo que, entristecido con su marcha, va desvaneciendo la luz del ocaso dando paso al resplandor de las velas.

Y tu llama, aunque tenue, seguirá ardiendo, guiándonos. Recordándonos que sigues con nosotros, junto al Cristo de Los Estudiantes

Siempre en nuestro recuerdo, hermano.

SEÑOR DE LAS TORRES

Y, si con el Cristo de Los Estudiantes me hice mayor, contigo aprendí.

Bajando Las Torres, llevándote sobre mí, con mis hermanos cofrades, aprendí a tener paciencia. Con paso firme y seguro, lentamente, arropado por un pueblo que empieza a caminar contigo y que quiere que la noche sea eterna, que nunca acabe.

Escondido tras la faraona, aprendí a ver la emoción de la gente al verte pasar. Palabras susurradas en silencio, lágrimas de súplicas, miradas que van meciendo tu marcha.

Y entre parada y parada, apoyado en el varal, observo tu rostro, descubriendo en tu mirada la compasión hacia tu pueblo, correspondiendo al amor que sienten por ti.

Aprendí a ver un pueblo especial y a quererlo como es, bullicioso en los “vivas” y pausado en sus súplicas, exagerado en sus sentimientos y sencillo en el amor, abierto ante el desconocido y recogido ante el dolor, llano en el carácter y con cuestas en su pasión.

Contigo, Señor, empecé a entender el Viernes Santo, a respetar ese suspiro que es La Despedía.

Aprendí por qué “la muerte no es el final del camino”, que en tu rostro viviremos siempre, y que en cada detalle permanece el recuerdo vivo de los que partieron a tu encuentro.

Pero además, y lo más bonito de todo… estoy aprendiendo a enseñar y educar a mis hijos en la pasión, a mostrarles los primeros pasos del camino de un nazareno. A compartir un amor y unos sentimientos que nos harán vivir eternamente en compañía Tuya, Señor de Las Torres.

José Carlos Gil, ha captado y representado a nuestro Señor de Las Torres con sencillez, enseñándonos que en la simplicidad se encuentra la belleza más pura.

Esta imagen nos invita a despojarnos de esa soberbia con la que a veces nos vestimos, a desnudarnos hacia la humildad.

Final de la presentación

Para finalizar os quiero comentar algo que me ha ido rondando por la cabeza durante todos estos días atrás.

Mientras escribía, son muchas las sensaciones que he tenido. Si bien la mayoría han sido inmensamente emotivas, he vivido algunos momentos de preocupación. Reflexionando entorno a la familia, en la cristiana, es donde me he sentido un tanto apesadumbrado por lo injusto que a veces somos unos con otros.

En la homilía que nuestro Obispo Jesús realizó en misa durante su visita pastoral, encontré también esa preocupación.

Nos contó como la sociedad en sí, en distintos momentos de su historia, apartaba a muchos por distintos motivos. Comparando a la lepra con el pecado, nos hizo ver cómo, a veces, estamos equivocados y, dejándonos llevar por los prejuicios, por la incomprensión, nos alejamos unos de otros. Nos habló cómo nuestro Papa Francisco consideraba a la Iglesia abierta a todos y no segregadora.

¿Cómo podemos olvidarnos de algunos de los principios que deben regir nuestra vida como cristiano y, en vez de acercarnos, nos alejamos anteponiendo la razón y sin apelar a la comprensión del prójimo?

Hermanos y hermanas en Cristo, hermanos y hermanas cofrades, os pido que no olvidéis el sacrificio que Jesús hizo por nosotros y que éste, nos guíe ante el desencuentro, provocando el respeto, la comprensión, el perdón y el acercamiento entre todos.

Muchas Gracias.


Nazareno de las Torres

Comunicación - Archicofradía de las Torres

Departamento de comunicación de la Ilustre Archicofradía y Antigua Hermandad del Dulce Nombre de Nuestro Padre Jesús Nazareno de las Torres, Jesús Atado a la Columna, Santísimo Cristo Crucificado de los Estudiantes, Santo Entierro y María Santísima de las Ánimas.
Establece contacto directo con esta área a traves de la dirección de correo electrónico comunicacion@nazarenodelastorres.org ó en el número de teléfono 744 407 726.

Tienda Online

Nuestras Redes Sociales